
Baño de sangre en los mercados: el mundo tiembla ante la nueva ofensiva arancelaria de Trump
Los mercados bursátiles del mundo vivieron este lunes una jornada negra, sacudidos por la renovada embestida arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la respuesta inmediata de China. Aunque los economistas aún evitan hablar de un “crac”, el término ya sobrevuela los pasillos financieros: los analistas coinciden en calificar la caída como “histórica” y no dudan en describirla como un auténtico “baño de sangre”
Wall Street, epicentro del pánico y la especulación, osciló entre pérdidas profundas y repuntes breves alimentados por rumores de treguas arancelarias. Uno de ellos, atribuido a Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, hablaba de una posible pausa de 90 días para todos los países, excepto China. La noticia impulsó al Dow Jones (+0,92%), al Nasdaq (+2,31%) y al S&P 500 (+1,50%). Pero poco después, voceros oficiales desmintieron tener conocimiento de tal decisión, y el rebote se desinfló.
Trump, lejos de retroceder, redobló la apuesta: anunció un nuevo arancel del 50% para productos chinos si Pekín no elimina sus represalias. De concretarse, los gravámenes acumulados superarían el 100%, según detalló la Casa Blanca. En paralelo, el mandatario dejó entrever que suspenderá las negociaciones con China y comenzará contactos inmediatos con otros países.
El impacto fue inmediato y global. El “índice del miedo” de Wall Street, el Cboe, trepó a su mayor nivel en ocho meses: 60,13 puntos. En Asia, la Bolsa de Tokio se desplomó un 7,8%, Seúl un 5,6%, Sídney un 4,2% y Hong Kong tocó pérdidas cercanas al 13%, su peor desempeño desde 1997. En Europa, el DAX alemán cayó 6,5%, el CAC 40 francés 5,9% y el FTSE británico 5%.
“Es una masacre”, confesó un operador en Londres. “Lo que empezó como una disputa comercial se está transformando en una guerra económica total”.
La respuesta internacional no tardó. En Luxemburgo, los ministros de Comercio de la Unión Europea aceleraron una reunión clave para definir represalias. Se espera que este miércoles la Comisión Europea presente una lista de productos estadounidenses a los que se les impondrán nuevos aranceles, con una primera ola que podría impactar por 8.000 millones de euros.
Alemania, en voz de su ministro de Economía, Robert Habeck, no dejó lugar a ambigüedades: calificó de “disparatado” el enfoque de Trump y pidió unidad en el bloque. “EE.UU. está en una posición de debilidad, y debemos mostrarnos firmes”, lanzó.
China, por su parte, acusó a Washington de “acoso económico” y de violar las reglas internacionales. Pekín ya había respondido el viernes con un arancel del 34% sobre productos estadounidenses. “No negociaremos bajo amenaza”, advirtió el vocero de Exteriores, Lin Jian.
En América Latina, el temblor también se sintió. Argentina, que recibió un arancel del 10% en productos clave, busca exenciones y alternativas. Mientras tanto, el riesgo país superó los 900 puntos básicos y las acciones locales perdieron hasta un 12% en las plazas internacionales.
El petróleo no fue ajeno a la crisis. Los precios del Brent y del WTI cayeron un 3% este lunes, luego de un desplome del 7% el viernes. La amenaza de recesión global redujo las expectativas de demanda y los futuros tocaron su piso más bajo desde abril de 2021.
En Oriente Medio, la baja del crudo se sintió como un mazazo. Las bolsas de los países productores, dependientes del ingreso energético, sufrieron pérdidas generalizadas. Además, enfrentan nuevos aranceles estadounidenses de hasta el 41%, como en el caso de Siria.
En contraste, el oro volvió a brillar como refugio: se ubicó en 3.034 dólares la onza, con un crecimiento sostenido gracias a la demanda de bancos centrales y la expectativa de una Reserva Federal más flexible. La plata, el platino y el paladio también subieron.
Las criptomonedas, en cambio, no escaparon a la marea roja: Bitcoin y Ethereum cayeron un 5% y 10% respectivamente, con el primero perforando el umbral de los 80.000 dólares.
Con la posibilidad real de una recesión global sobre la mesa, varios bancos de inversión ya recortaron sus proyecciones. Mientras tanto, Trump se mantiene firme en su cruzada proteccionista. “Otros países se han aprovechado de Estados Unidos durante demasiado tiempo”, escribió en Truth Social.
La pregunta que empieza a recorrer el mundo no es si habrá consecuencias, sino hasta dónde llegarán.