Presidenciales: El FdT arranca con 4 candidatos
La mesa política del Frente de Todos iniciará este jueves su primera reunión para delinear la estrategia del oficialismo de cara a las elecciones de 2023 con cuatro precandidatos presidenciales. Por ahora, ninguno lo admite en público, pero lo disimulan cada vez menos y en su entorno lo reconocen abiertamente: Alberto Fernández, Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y Daniel Scioli aspiran a convertirse en candidatos para las elecciones de octubre. No hay gobernadores ni dirigentes del interior en la lista porque lo del saliente jefe de Gabinete, Juan Manzur, por ahora es más amague que certeza. Mientras, el armado de la mesa está ya avanzado.
El Presidente viene planteando una lógica en las reuniones políticas que mantuvo esta semana en Olivos con gobernadores, intendentes y sindicalistas, en diálogos previos a la convocatoria a la mesa. El candidato del Frente de Todos tiene que ser quien mejor mide. Si hubiera alguien que tuviera 40 puntos de intención de voto se correría de la competencia, pero como todos están en un nivel más o menos parecido considera casi lógico postularse a la reelección.
En definitiva, sostiene, lo natural de un presidente es ir por un segundo mandato, en especial en su caso que le tocó gestionar una época muy accidentada con pandemia seguida de guerra.
Gracias a su cargo, Alberto es el único de los posibles postulantes que ya se mueve como candidato con recorridas alternadas por el interior y el Conurbano, siempre acompañado por los ministros Gabriel Katopodis, Victoria Tolosa Paz y Santiago Maggiotti y la portavoz Gabriela Cerruti.
Son sus funcionarios más cercanos, a los que seguro se sumará a partir del miércoles el nuevo jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien asumirá por la tarde en la Casa Rosada. Desde que comenzó el año, la búsqueda de Alberto fue recuperar centralidad política y tratar de poner en valor su gestión, algo que considera valioso para cualquiera que termine siendo el candidato del oficialismo.
Lo cierto es que aquella tesis que buscó instalar el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, acerca de que un presidente no podía competir en una interna con sus ministros, quedó atrás. El propio Alberto comentó en la reunión que mantuvo con el Frente Sindical de Pablo Moyano y Omar Plaini que existían antecedentes más o menos recientes en Francia con Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy. El sólo hecho que se haya puesto a investigar sobre el tema es un indicio de que lo evalúa.
Con un índice de inflación de nuevo a la suba, Massa sabe que sería letal para sus chances hacer otra cosa que mostrarse días y noche ocupado en resolver el problema. Con el acuerdo con los colegios privados de la semana pasada y el lanzamiento de Precios Justos para la carne dio muestras de que está atento a buscar una solución a cada nuevo desafío inflacionario. La tiene complicada.
En principio, cerca suyo ya cambiaron el planteo inicial de que iría bajando el índice a razón de un punto cada 75 días por otro más realista: plantean que cuando llegó Massa al ministerio había un gobierno jaqueado y se hablaba de asamblea legislativa y hoy existe una gestión ordenada, con objetivos definidos y una economía que no se detiene. Hoy, la apuesta es revalidar aquel 60% de inflación anual establecido en el Presupuesto.
Massa se preocupó de mantener un contacto periódico con Cristina y Máximo Kirchner, que están siempre al tanto de cuáles serán sus próximos pasos. La vicepresidenta le reconoce su capacidad de trabajo y, todo indica, respaldará su candidatura, porque evalúa que es quien tiene más posibilidades de ganar un ballotage contra quien sea el candidato de Juntos por el Cambio.
En cada reunión política que participa, Massa insiste en marcar la incompatibilidad de su cargo con una candidatura, algo que ya quedó expuesto en el intento desestabilizador del documento opositor que alertó sobre una supuesta “bomba” económica. Por eso, estiró todo lo posible su permanencia en el cargo hasta conseguir alguna baja del índice y recién ahí lanzarse. Espera que con el apoyo del kirchnerismo, de la CGT y de buena parte de los gobernadores.
Sin embargo, el ministro del Interior, Wado de Pedro, está dispuesto a disputarle la representación del kirchnerismo. Aunque no cuente con el apoyo explícito de la vicepresidenta -que hoy no lo ve con chances reales-, Wado quiere acelerar sus recorridas por el interior del país y empezar a mostrarse como el heredero natural del voto a Cristina. Por ahora, aparece rezagado en las encuestas, pero confía que cuando levante su perfil y se haga más conocido, esa situación se modifique y se gane el entusiasmo de la militancia.
En las últimas horas, desde el entorno de Scioli dejaron constancia de que había que anotarlo en la línea de largada. El embajador en Brasil había avisado que, si Alberto iba por la reelección, él no competiría. Pero la insistencia del Presidente acerca de que debe haber una PASO dentro del Frente de Todos lo convenció de que podría postularse de todas formas.
De todas maneras, avisaron que antes quiere hablarlo con Alberto y con Cristina. Si ellos le dan el ok, se lanza. “Juntos por el Cambio va a tener una primaria muy fuerte en agosto y Daniel cree que el Frente de Todos tiene que hacer lo mismo, así que tiene ganas de participar”, afirmaban en su entorno.
Scioli anduvo a principios de año en Bristol y aseguró haber sorteado con éxito el test de popularidad, con veraneantes de todo el país que se acercaron a pedirle una foto. Dice además que tiene la campaña resuelta con sólo mencionar el debate contra Mauricio Macri de 2015 y recordar que todo lo que sostuvo allí luego se cumplió. Optimista empedernido, el Pichichi quiere la revancha.
Con ese póker de posibles candidatos este jueves debutará la mesa política del Frente de Todos, de la que participarán tres de ellos: Alberto, Massa y Wado. Entre el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos, y el canciller Santiago Cafiero estuvieron diagramando las invitaciones, de manera de hacer una convocatoria amplia y representativa. Habrá cinco delegados de las tres patas principales -albertismo, cristinismo y massismo-, más representantes de los gobernadores, intendentes, la CGT, la CTA, movimientos sociales y los demás partidos que componen el Frente.
Un día después de asumir en la jefatura de Gabinete, Agustín Rossi estará participando y la expectativa en el Gobierno es que se convierta en algo así como el jefe de campaña provisorio hasta que quede armado el comando definitivo. Tal como se repitió en los diálogos de esta semana, seguramente se insistirá en la necesidad de mantener la unidad y utilizar la herramienta de las PASO para resolver las diferencias.
De la mesa saldrá un documento final en el que se descontaba que incluiría un tramo dedicado a la situación de Cristina. Por un lado, volver a condenar el intento de asesinato y el clima de violencia que se busca instalar desde sectores de la oposición. Por el otro, resaltar el “camino hacia la proscripción” -como lo definió el gobernador riojano Ricardo Quintela en diálogo con El Destape – que inició el Poder Judicial con la sentencia en su contra por el caso Vialidad. El kirchnerismo viene reclamando que el caso sea tratado por la mesa y, está claro, formará parte de la discusión en la sede del PJ Nacional. agencia Telam.
Fuente: El Destape Web