Martín, el desobediente
Al tiempo que rogaba a todos los santos que el seleccionado de fútbol llegue lo mas lejos posible en el mundial de Rusia, Mauricio Macri lanzó la expresa prohibición a sus funcionarios de ir al país que concita la atención de todo el planeta amante del deporte más popular de Argentina, no sea cosa que se caldearan más los ánimos de la población.
A juzgar por los resultados en los dos primeros partidos, los santos no escucharon a Macri, tal vez enojados por haber permitido que la legalización del aborto tenga media sanción legislativa.
Pero tampoco su tropa le hizo demasiado caso. Ya fueron vistos algunos funcionarios en Rusia, en las gradas de los estadios de fútbol.
Mientras los elegidos por Jorge Sampaoli caían en forma estruendosa ante Croacia, un canal de televisión mostró la parcialidad celeste y blanca, apareciendo entre ellos, con la camiseta acorde a la ocasión, el diputado nacional del macrismo pampeano Martín Maquieyra. El legislador admitió ante varios medios locales que se encuentra en los pagos de Lenín y Stalin, tal vez aprovechando alguna oferta de cuando el dólar no había pasado los 28 pesos.