Francisco en Chile: no eludió ningún tema
Alrededor de 400 mil personas asistieron a la misa que el papa Francisco ofició en el Parque O’Higgins de Santiago y durante la cual llamó salir “al encuentro de aquel que lo está pasando mal” y del que “no ha sido tratado como un digno hijo de esta tierra”. Más temprano, durante un discurso en La Moneda, pidió respetar los “derechos” y “cuidar la cultura” de los pueblos originarios, con algunos de cuyos representantes se reunirá antes de culminar su visita a Chile.
“Frente a la resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos divide, Jesús nos dice bienaventurados los que se comprometen por la reconciliación”, dijo el pontífice durante la primera ceremonia que encabezó desde su arribo al país trasandino.
Miles de personas se movilizaron hasta el parque donde tuvo lugar el oficio, en Santiago. Para esto pudiera ocurrir, las autoridades de la ciudad capital declararon la jornada como día feriado. Varios de los fieles que llegaron hasta allí comenzaron a hacer fila desde las 2 de la madrugada.
En una homilía basada sobre las “bienaventuranzas”, a la que el Papa había calificado como su “programa de acción” en su visita de 2013 a Brasil, Bergoglio resaltó además el rol de “aquellos que se esfuerzan por no sembrar división”, por quienes “aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz”.
En las afueras, por las calles de la ciudad, un numeroso grupo de personas participó de la denominada “Marcha de los Pobres”, que intentó llegar al Parque O’Higgins y varios de los cuales fueron detenidos por la policía local. Hubo 20 detenidos.
Con pancartas como “Papa: los pobres marchamos contra las migajas de esta democracia” o “No puede dar la paz un cómplice que ayuda y ampara a violador”, la manifestación, convocada para las 9 hora local, fue interceptada por la policía cuando avanzaba sobre la Avenida Matta, en dirección al lugar de celebración de la homilía.
Minutos antes de la misa, Francisco se reunió durante 25 minutos con la presidenta chilena Michelle Bachelet. Luego de ello, dio un discurso en la casa de Gobierno durante el cual sostuvo que las comunidades originarias son “parte de la identidad y riqueza de esta nación” e indicó que por ello es necesario que sus derechos “sean atendidos y su cultura cuidada”. “Es preciso escucharlos”, puntualizó
El Papa dio su mensaje frente a la primera mandataria y autoridades eclesiásticas y del gobierno trasandino. Frente a ellos lanzó otra señal fuerte: “No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”.
“Hemos de empeñarnos para que no se repita”, subrayó en su elíptico pedido de disculpas, que fue aplaudido por los presentes, algunos de los cuales saludaron por segunda vez a Francisco tras su llegada de ayer a la capital Santiago.
Las expectativas de la visita oficial de tres días del obispo romano se centran en el promocionado encuentro que tendrá con representantes de la comunidad mapuche, en la región de La Araucanía, al sur de ese país. En este lugar, hoy volvieron a registrarse incidentes en iglesias católicos.
Fueron destruidas por el fuego dos capillas, cerca de la comuna de Cunco, y se suman a otros cinco ocurridos el pasado fin de semana en Santiago, atribuidos por las autoridades locales a grupos anarquistas.