Fotos 2 – Ingenuidad 0
Carlos Mac Allister pretendió el pasado jueves convencer que el apoyo del presidente Mauricio Macri a su gestión en la Secretaría de Deportes es total, argumentando que se sascó un par de fotos con él.
Parece que esta vez sí habrían dado en la tecla con la cancha de césped sintético para hockey. El jueves pasado, los principales refrerentes de Cambiemos La Pampa, con Mac Allister a la cabeza, inauguraron una en el Estadio Municipal de la capital pampeana. Es de esperar que hayan acertado en todo y no se repita la situación del año pasado, cuando no pudieron instalar la que usaban Las Leonas en el Cenard, en Santa Isabel, debido al alto costo para la comuna de la base que debían realizar -3 millones de pesos- y el mantenimiento de 40 mil litros de agua por día, justo en esa zona.
Más allá de lo anecdótico, Mac Allister no pudo evitar esta vez a la prensa para responder sobre una serie de situaciones escandalosas que envuelven a su gestión. Fue denunciado mediáticamente, y actualmente está ionvestigado por la Justica y la Oficina Anticoccupción, por direccionar becas deportivas, subsidios para clubes de barrio y por traficar influencias para la construcción de piletas de natación, con fondos oficiales, con una empresa determinada.
Cuando le preguntaron si el presidente Macri le había explicitado su apoyo, ante el amargo trance que lo tuvo a mal traer por quince días, puso como máxima expresión de que así era porque “Nos Sacamos dos fotos con el presidente en una semana”. Algunos tal vez esbocen una sonrisa, pensando que están ante una muestra de ingenuidad política del calvo funcionario, pero nada más alejado. Mac Allister no hizo otra cosa que recurrir al manual Cambiemos para situaciones similares, tratando de que la imagen apague las palabras, y también a las ideas. Lo que importa es la instantánea y no la historia, ni el futuro. Es la negación a debatir contenidos y habla solamente de lo que marcan las encuestas y que se vean las fotos.
Volviendo al tema de las dos fotos, la primera de ellas fue sacada luego de que Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino, consiguiera el aval de Macri para que los atletas pudieran seguir recibiendo un subsidio que les habían sacado. En esa imagen, con las denuncias ya lanzadas, Mac Allister no quedó precisamente cerca de su jefe. Werthein –dicen algunos que es uno de sus rivales internos- posó cerca de Macri, mientras que el titular de Deportes quedó casi al margen del cuadro.
La segunda foto, lograda en Chaco, la consiguió el titular de Deportes apelando a la picardía de viajar un día antes que el presidente, ya que el mandatario no lo había incluido en su comitiva, aprovechar un momento de cercanía y repartir la imagen por cuanto medio la quisiera tomar.
Macri nunca se refirió en forma explícita a las denuncias que cayeron sobre el ex jugador de fútbol, tampoco exteriorizó ninguna muestra en ese sentido, y que echara al número dos de Deportes, Orlando Moccagatta, por el aparente direccionamiento en licitaciones de piletas de natación, no sonó precisamente a un apoyo contundente a la gestión.
Si bien no es de ingenuos tratar de pasar un mal trago mostrando fotos, sí es tomar como ingenuos a los espectadores de la actualidad al querer convencerlos que con dos de estos registros alcanzan para disimular casos de corrupción.
Aunque el manual de Cambiemos le indique que debe andar de joggins y usando un lenguaje futbolero, no debería alcanzar para perder la perspectiva que se está delante de un funcionario que encaja perfectamente en la orquesta del gabinete macrista: Mac Allister es un CEO de una empresa vinculada al fútbol, que tiene un club como pantalla visible y cuyo principal mercado es la compra y venta de pibes, con futuro en el juego más tradicional de nuestro país.
Si bien se puede considerar que el momento más crítico de Mac Allister, desde que asumió al frente de Deportes, ya pasó, todavía siguen las causas iniciadas en la Justicia y en la Oficina Anticorrupción. En ambas instancias las fotos con un presidente no debieran ser consideradas pruebas exculpatorias… aunque en estos tiempos nunca se sabe.