Rebelión en el Malvinas
Hartos del olvido en que aseguran estar sumidos, vecinos del Barrio Malvinas Argentinas se rebelaron ayer e impidieron una obra que pretendía llevar adelante el municipio que regentea Leandro Altolaguirre, supuestamente para mitigar los efectos de las lluvias.
Por estas horas hay una especie de “guardia” vecinal en el terreno donde la comuna pretende hacer un cuenco “transitorio”, para impedir cualquier intento de continuar la obra. Dentro del terreno en cuestión, hay una topadora inmovilizada y dos autos particulares atravesados en los accesos a la propiedad, que se supo pertenece al diputado Carlos Bruno (FREPAM).
Ayer, vecinos del terreno ubicado en Av.Eva Perón y Payné vieron alarmados la presencia de una topadora y camiones de una empresa privada que dijeron venían a cavar para hacer un cuenco. Automáticamente se congregaron y cortaron los accesos al terreno, exigiendo la paralización de la obra inconsulta. El objetivo finalmente fue logrado y no se continuó cavando.
La única que se hizo presente para hablar con los vecinos fue la concejala Claudia Giorgis que, munida de un mapa de la zona, intentó justificar la obra, aduciendo que era uno de los temas que se habían abordado en reuniones en el Concejo Deliberante. Con posterioridad, algunos participantes de esos encuentros juraron que nunca se habló de hacer un cuenco en ese lugar.
Más allá de lo anecdótico, el hecho es un ingrediente más que se suma a la incontrastable realidad de un gobierno municipal que asumió sin una planificación clara sobre cómo abordar los problemas de una ciudad con problemas de arrastre y más aún de los barrios periféricos.
En este caso, quedó a las claras que las autoridades comunales y los concejales de todos los bloques se reunieron solamente con un reducido número de vecinos, intentando lavar responsabilidades con la quimérica idea de brindar una solución urgente cuando el barrio aún estaba bajo las aguas.
Percibiendo esta realidad, a cualquier vecino que le digan que le harán un cuenco enfrente de su casa probablemente piense que será un mega pozo, al cual no se le haría ningún tipo de mantenimiento y que a la larga terminaría inundado sus hogares. Eso sin contar con el foco de infección que deriva de estas soluciones.
Tampoco cayó bien la explicación de la edila que hablaba de la transitoriedad de la solución. Vivimos en la Argentina, y ya se sabe de la infinitud del concepto “provisiorio”.