Salud Mental: no hay dos sin tres
“La tercera es la vencida”, seguramente pensó el gobernador Carlos Verna y decidió poner manos al asunto. Esta vez sería él mismo quién elegiría al tercer profesional que este año se hará cargo de la Subsecretaría de Salud Mental y Abordaje de las Adicciones.
Cuando muchos se preguntan quién es el psiquiatra píquense Manuel Pizarro, flamante titular de la Subsecretaría, pocos conocen cómo llegó a ese cargo.
El 10 de diciembre de 2015 asumió en esa dependencia Daniel Pignatta, un médico de la confianza del ministro de Salud, Rubén Ojuez, pero que en razón de las denuncias sobre malos tratos a empleados y profesionales del área fue separado de su cargo, antes de que el escándalo pasara a mayores. Lo sucedió Roberto Travaini, que además de ser el consorte de Mirta Viola (flamante titular del oficialista SITRASAP), se desempeña desde hace muchos años en el área de salud mental provincial, pero por motivos todavía desconocidos renunció al mes y medio de haber asumido. Adrián Rinaldi había quedado desde entonces, en forma transitoria, al frente del área, pero era demasiado para una sola persona que estaba a cargo también del Servicio de Emergencias Médicas.
Pizarro es un joven profesional de la ciudad norteña. Si bien no fue posible contactarse con él, a juzgar por su muro de Facebook, tiene predilección por las motos y los perros. Además de un ácido sentido del humor respecto de la gestión de Mauricio Macri, a modo de ejemplo se puede ver en una foto a un gorila siendo reanimado, con el texto: “Internaron a nuestro bien amado líder! Parece que resistió bien los Panamá papers, el dolar futuro, pero repatriar algunos mangos fue demasiado…. Estoy orando por su pronta recuperación”. En el mismo sentido se lee un chiste: “Se abre el telón. Aparece Mauricio Macri. Se cierra el telón, se cierra el teatro, se cierra la escuela, se cierra el hospital…”. Como perlita, también cita a Malcolm X, compartiendo una particular visión de los medios: “Cuídate de los medios de comunicación, porque vas a terminar odiando al oprimido y amando al opresor”.
Dicen los que saben, que Verna en la búsqueda de un subsecretario escuchó el nombre de Pizarro de la voz de alguien del gabinete de ministros, pero no era la de Ojuez. Aparentemente el psiquiatra habría sido sugerido por una ministra piquense (hay dos).
El desafío que tiene el médico de General Pico no es menor. Deberá hacerse cargo de una Subsecretaría que, en principio, sufrió un importante éxodo de profesionales. Además del caldeado ánimo de los trabajadores del sector. Tal fue el magro resultado en esa Subsecretaría que el propio gobernador decidió encargarse personalmente de buscar una solución.
Lo único seguro es que Pizarro llega con un fuerte apoyo del ocupante del principal sillón del Centro Cívico, el resto lo dirá el tiempo.