La Gente es Mala y Comenta…
Parece ser que el fantasma del “acá no ha pasado nada” se hizo presente, una vez más, entre nosotros.
Es un secreto guardado bajo siete llaves si hubo algún tipo de avance en saber finalmente lo que sucedió en la desenfrenada fiesta que alumnos del Colegio Santo Tomás llevaran a cabo, hace 15 días, en un salón sin habilitación del Barrio Los Hornos , donde los jóvenes habrían ingerido grandes cantidades de bebidas alcohólicas, y que derivara en una situación que se salió de control, dejando como saldo un joven herido y distintos tipos de destrozos. Dicen incluso que habrían llegado a matar a golpes a un perro.
Lo que se supo en los últimos días es que entre los divertidos estudiantes del exclusivo Colegio había hijos de algunos funcionarios del Poder Judicial. Según comentan algunos serían por lo menos tres jueces padres de idéntica cantidad de jóvenes protagonistas de de la velada salvaje.
Fuentes conocedoras de lo que sucede en la gran familia judicial pampeana juran que la hija de uno de los magistrados sería la que llevó adelante la contratación y transacción económica para alquilar el salón.
Tampoco sería casual que fuera el propio ministro de Seguridad, Juan Carlos Tierno, quién alertara sobre la presencia de descendientes de funcionarios judiciales entre los revoltosos. Dicen que entre los descendientes de funcionarios judiciales los hay de tres de los jueces en que podrían tramitar y determinar el futuro del ministro, si la casusa por abuso de autoridad que se le sigue –que ya tiene sentencia desfavorable para Tierno- vuelve de la Corte Suprema de Justicia. De mantenerse la condena, Tierno no podría continuar ejerciendo el cargo que ocupa ni ninguno público por al menos 4 años.
De investigarse y determinarse que esos los padres –sobre todo los de los “hijos de la Justicia”- debieron hacerse responsables, tal cual quiere Tierno, del accionar de sus vástagos no sería de extrañar que surgiera la figura de “enemistad manifiesta” al momento de un eventual juzgamiento del funcionario provincial. Tierno enarboló, no casualmente, la figura de “negligencia” en la custodia de los menores, por parte de los padres.
Otro dato no menor es que, según fuentes muy informadas de los intríngulis de la educación privada, uno de los tres menores hijos de jueces sería también integrante de una de las familias propietarias del Colegio.
El “de eso no se habla” parece reinar en varios medios. Se sabe que don José Hernández ya escribió que había que hacerse amigo del juez. Más acá, el gran Luca Prodan, líder de Sumo, plasmó en una canción que “Un tornado arrasó a tu ciudad y a tu jardín primitivo.
Pero no, mejor no hablar de ciertas cosas
no, mejor no hablar de ciertas cosas”.