Correctivos
El ministro de Seguridad provincial, Juan Carlos Tierno, aparenta estar acusando el tercer golpe duro en menos de una semana. Ambos relacionados con una de las más polémicas decisiones que tomó a poco de iniciada su gestión, el cepo policial a la tarea comunicativa y la relación entre los periodistas y los uniformados.
Primero fue la decisión judicial de hacer lugar al reclamo de La Arena y levantar el cerco impuesto para que los policías no tuviera contacto con periodistas y no informaran sobre hechos delictivos que ocurrieran en cualquier punto de la provincia.
Luego la decisión el gobernador Carlos Verna de no apelar la decisión judicial.
Ahora el retorno del comisario Fabián Cortés, quien fuera echado hace un par de meses de su cargo de coordinador de políticas contra el narcotráfico, por el propio Tierno, por hablar con la prensa, nada menos que como asesor privado del mandatario provincial, por obvia decisión de este último.
Tierno probablemente no calculó que Cortés contaba, además de una foja de servicios impecable, con simpatía manifiesta entre sus pares y de varios políticos, entre ellos el propio Verna. Dicen algunos que el gobernador no habría sido consultado sobre la decisión de separar de su cargo a Cortés y ahora estaría devolviendo la gentileza y aplicando un correctivo al díscolo ministro.
El verborrágico ministro deberá soportar, en el corto plazo, probablemente encontrarse a Cortés en alguna que otra reunión de gabinete, si contar con que el comisario retirado tendrá un despacho más cercano a la oficina del gobernador que las alejadas dependencias de la avenida Spinetto. Ni hablar con que lo más probable es que Cortés asesore fundamentalmente a Verna en lo referido a lo que más sabe: Seguridad.
Algunos, que acostumbran hilar fino en estos casos, creen interpretar que en esta acción de Verna hay también un mensaje político para algunas autoridades del gobierno macrista. A nadie pasa desapercibida la extrema cercanía entre Tierno y la titular de la cartera de Seguridad nacional, Patricia Bullrich. Es sabido que la relación Verna-Gobierno Nacional no pasa por su mejor momento, y este cachetazo al funcionario provincial que mejor se lleva con la administración nacional también se podría interpretar como un telegrama colacionado a la Casa Rosada.