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Accidentes Cerebrovasculares en la infancia: afectan entre 3 y 6 de 100 mil niños

El Hospital Garraham recordó que la pronta atención es clave a cualquier edad frente a un ataque cerebral. En la infancia, la prevalencia de esta enfermedad es mayor a la de los tumores del sistema nervioso central.

Después de los 28 días de vida, entre 3 y 6 de cada 100.000 niños y niñas sufrirán un tipo de Accidente Cerebrovascular (ACV), una cifra que significa que esta enfermedad es más común que los tumores cerebrales durante la infancia y que, aunque poco reconocido en pediatría, el ACV no afecta solamente a la población adulta. Por eso, en el Día Mundial de la lucha contra el ACV, el servicio de Neurología y el grupo de ACV del Hospital Garrahan advierte sobre los síntomas a tener en cuenta por padres y pediatras para detectarlo a tiempo: la pronta atención es clave frente a un ACV a cualquier edad.

 

“Los bebés, niños y adolescentes pueden sufrir un accidente cerebrovascular, sin embargo por desconocimiento o poca información, el común de la población piensa que sólo le ocurre a los adultos”, explica la doctora del servicio de Neurología del Hospital Garrahan, María Celeste Buompadre. En este sentido afirmó que “hasta finales de la década del 90, el ACV era poco reconocido en el ámbito pediátrico. Pero, en la actualidad, se ha progresado muchísimo en el conocimiento de esta enfermedad”.

 

De hecho, en el periodo neonatal, la incidencia de ACV aún es mucho más alta: en el caso de la Trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC) se da en 1 niño cada 6.000 recién nacidos y tanto el ACV isquémico como el ACV hemorrágico tienen la misma prevalencia: 1 caso cada 4.000 recién nacidos. En tanto, en la niñez y adolescencia en general el ACV afecta a entre 3 y 6 de cada 100.000 niños, es decir de una forma tan frecuente como los tumores del sistema nervioso central.

 

“El problema con los niños es que casi no existen medidas de prevención primaria para estos casos, porque los chicos no tienen los mismos factores de riesgo que los adultos, como la hipertensión y el tabaquismo, entonces la prevención es secundaria y lo más importante es el reconocimiento precoz del ACV, tanto de los padres como de los médicos, y evitar recurrencias, es decir que se produzca un nuevo infarto”, destacó Buompadre. También aseguró que uno de los mayores problemas es la falta de información sobre los síntomas de presentación del ACV, que muchas veces son transitorios y más difíciles aún de reconocer.

 

En cuanto al riesgo en la infancia, la doctora del Garrahan diferenció dos grandes grupos. Por un lado el de los niños previamente sanos, donde una de las causas más frecuentes son las arteriopatias o enfermedades en la pared del vaso. El otro grupo es de los niños que tienen una enfermedad de base, donde las cardiopatías congénitas son una de las causas más frecuente de un ACV. Buompadre también aclaró que no es real que los ACV en la infancia sean menos graves que en los adultos. “Existe una alta prevalencia de secuelas como son el déficit motor, en especial, la afectación de la función de la mano, el compromiso intelectual y la epilepsia y sobretodo la calidad de vida afectada”.

 

SÍNTOMAS DE ALERTA PARA DETECTAR UN ACV EN LA INFANCIA:

-Debilidad o adormecimiento de la mitad del cuerpo

-Dificultad para hablar o para entender

-Debilidad en la mitad de la cara

-Dolor de cabeza intenso, especialmente asociado a vómitos y somnolencia

-Visión doble o pérdida de la visión

-Mareo, dificultad para caminar o en la coordinación

-Convulsiones, especialmente en la mitad del cuerpo

Accidente cerebrovascular

 

¿QUÉ ES UN ACV?

Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina ataque cerebral o infarto cerebral. Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente.