La historia jamás contada del Nieto 121 recuperado por abuelas
El nieto 121 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo fue buscado durante 40 años por su tía, Alba Lanzillotto, quien fue secretaria de Abuelas de Plaza de Mayo. Su madre fue secuestrada cuando estaba embarazada de ocho meses y aun permanece desaparecida, al igual que su compañero, Domingo Menna.
Los detalles del joven que recupero su identidad se desconocen, ya que se iban a dar a conocer este mediodía en conferencia de prensa pero se debió suspender por la muerte de un ex yerno de Estela de Carlotto: Bruno Huck, ex marido de Claudia Carlotto. Sin embargo, su árbol familiar y su historia de 1976 sì son públicos.
Ana María Lanzillotto fue secuestrada el 19 de julio de 1976 junto a su pareja en un edificio de Villa Martelli, en un operativo en el que el Ejército capturó a los líderes del ERP. Ambos militaban en el PRT-ERP. A ella le decían “La Ani” y a él, “El Gringo o Nicolás”.
Además de una familia numerosa, el joven restituido un hermano, Ramiro Menna, quien tenía dos años en 1976. “Lo que él vive es ‘jodido’, se enteró que no era quien era. Es muy fuerte y yo tengo que respetar el proceso que está viviendo y que no es nada fácil”, contó Ramiro en declaraciones a Vorterix.
Todavía sin haber podido conocerlo Menna comentó lo que sabe de su hermano: “Sólo sé que tiene dos hijos, es pelado y con barba igual que yo”. “Es un nieto de La Rioja, hijo de una mujer de los llanos y de un educador muy conocido” en esa provincia y militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores, remarcó.
En 2013, el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín condenó a once represores por crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo. Tres de ellos fueron juzgados por siete casos de mujeres secuestradas embarazadas y que dieron a luz en cautiverio. Entre ellas, Ana María Lanzillotto. Por entonces Ramiro Menna, hermano del joven restituido, decía que “el juicio sobre Campo de Mayo tiene una dimensión muy esperada por todos nosotros como familia, por la cuestión de que quizá, uno no sabe, puede aparecer algún indicio, algo que nos ayude a encontrar a mi hermana o hermano. Desde el presente, esa es la ligazón más fuerte. Uno lo espera con ansiedad”.
Fuente: Destape Web