Irregularidad en la rendición de cuentas del municipio santarroseño
La gestión del intendente Leandro Altolaguirre incumple con la obligación que tiene de presentar en forma mensual detalles de los gastos que realiza el municipio al Cuerpo de Relatores. La irregularidad fue admitida por el secretario de Hacienda municipal, Luis Evangelista.
El funcionario atribuyó el retraso en presentar los números a…la gestión anterior. Según dijo, la dificultad está dada en que el sistemas de rendiciones es “por arrastre de saldo, y si no tenés la de noviembre y diciembre te vas a atrasar enero, febrero, marzo y abril del período que siga”.
El Poder Ejecutivo Municipal tiene la obligación de presentar detalles de en qué gasta la plata de los santarroseños en forma diaria y en forma mensual. Son dos formas de rendición de cuentas, que tienen un plazo perentorio para presentar los números. En la actualidad las rendiciones diarias se estarían haciendo con regularidad, pero las mensuales no fueron presentadas en lo que va de gestión de Altolaguirre.
El titular del Cuerpo de Relatores es el encargado de controlar esos números, junto a sus colaboradores, y tiene la obligación, bajo riesgo de caer en incumplimiento de deberes. Ese cargo está reservado para la oposición, puesto que se calcula de esta manera se daría mayor transparencia y ejecutividad a los controles. En la actualidad el cargo es ocupado por el contador Julio Torres.
Cuando Evangelista, actual Secretario de Hacienda, carga las culpas de los retrasos en la presentación de las rendiciones mensuales a la gestión anterior, omite mencionar que, hasta el 10 de diciembre pasado, el encargado del Cuerpo de Relatores era él mismo y que renunció para asumir como funcionario de Altolaguirre.
Del párrafo anterior se deduce que Evangelista habría cometido una doble irregularidad en sus funciones. Como titular de los Relatores no hizo cumplir en tiempo y forma a la gestión de Luis Larrañaga estos controles. La situación se extiende a la actualidad, puesto que del otro lado del mostrador tampoco cumple con sus obligaciones, al igual que Torres.
Nueve meses es un plazo más que prudencial para tener las cuentas al día, en caso de que hubiera voluntad.