Los únicos privilegiados navegaron en aguas turbias
Las fotos no mienten. Mientras hay tomas mostrando que durante la noche se mandaban excrementos y otros desechos cloacales a la Laguna Don Tomás, de día Leandro Altolaguirre – intendente de Santa Rosa- planta árboles en la orilla del espejo de agua, aunque sin acercarse mucho al borde.
Seguramente si a la febril mente de Mauricio Macri se le hubiera ocurrido, cuanto era jefe de gobierno porteño, pasear en bote sobre el Riachuelo a los niños de la Capital Federal, Jaime Durán Barba le hubiera dicho, con acento ecuatoriano, “¿y si se cae un guagua (niño) al agua? Tendríamos una situación de enorme gravedad” y automáticamente el empresario admirado por Altolaguirre desistiría de la iniciativa.
Al intendente santarroseño le falta algún colaborador con criterio que le marcara el enorme peligro que implicaba pasear en bote a niños por un espejo de agua contaminado y con recomendación oficial de evitar el contacto con la piel, a riesgo de contraer enfermedades. Pero Leandro lo hizo.
La Resolución de la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia, emitida la semana pasada, aconseja que hasta nuevo aviso se evite la práctica de deportes y actividades que impliquen contacto directo con el agua de la laguna. El peligro radica en que se detectó un aumento importante en la cantidad de bacteria Escherichia Coli, causal de distintas enfermedades, entre ellas el síndrome urémico hemolítico.
El parte oficial de prensa municipal habla de que “centenares de familias de todos los barrios” fueron hoy hasta la laguna a festejar el Día del Niño. Probablemente sea cierto y ahí radica lo cuestionable. ¿Era necesario someter a una situación de auténtico peligro a los niños que supuestamente estaban siendo homenajeados? ¿Qué hubiera pasado si algún niño o adulto accidentalmente se caía al agua?¿Absolutamente a ningún funcionario oficialista u opositor se le ocurrió plantear el festejo en algún otro predio?¿La macrista directora de Ambiente, Paola Aliaga, no tiene nada para decir y/o sugerir?.
Altolaguirre contaminó la laguna, aumentando 400 veces el nivel de bacterias nocivas. Hasta que fue intimado por Recusros Hídricos provincial siguió contaminando, no solo el espejo de agua, sino toda la ciudad, porque se regaron las calles con esa agua contaminada, con niveles muy superiores a los autorizados para ese menester. Eso sí, en la invitación de la Fiesta del Día del niño se prometía un “Stand Protección del Ambiente”.
Es de esperar que el empeño de desarrollar los festejos en la laguna no haya sido una bravuconada del lord mayor, para intentar demostrar que a la gente no le preocupa la contaminación de la laguna. La más elemental prudencia indica que habría que alejar a la gente del agua contaminada del espejo, Altolaguirre la acercó e hizo navegar por ese líquido a los niños.
El informe de prensa oficial admite que “también se pudo ver en actividad al “Salitrero”, embarcación que brindó a los visitantes del parque, la posibilidad de efectuar un agradable paseo, de alrededor de 20 minutos, por el cuenco mayor de la Laguna Don Tomás”.
Los maledicentes de siempre juran que don Leandro participó de varias de las actividades que se prepararon para los infantes, exceptuando el paseo lagunero en “El Salitrero”.