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Operetta Milagro ausente.

El Papa Francisco I fue entrevistado por el diario La Nación y desmintió que tuviera problemas con el presidente Mauricio Macri. La entrevista parece ser parte de un operativo del gobierno nacional, a través del diario de los Mitre, para acercar su imagen a la del pontífice, luego de una furibunda andanada de acusaciones del aparato macrista contra Jorge Bergoglio (el Papa), por no haber dado signos de simpatía hacia la gestión y sus políticas de ajuste. Curiosamente, le preguntaron sobre todos los puntos de fricción con Macri, menos de Milagro Sala.

Las promocionada “entrevista exclusiva” con el pontífice católico con –casualmente-  Joaquín Morales Solá,  uno de los principales operadores mediáticos que tiene el macrismo, no es otra cosa que una serie de preguntas direccionadas a que Francisco diga que no tiene problemas con Macri, ni con varios de sus funcionarios.

Al parecer, Macri está percibiendo que,  al malestar generalizado por las políticas que lleva adelante, se le suma un frente al todo mandatario quiere escapar, que es una pelea con la Iglesia Católica. El catolicismo es el principal credo argentino, y la imagen de Bergoglio es reconocida en todo el mundo, por lo tanto, por más que los religiosos reconocen que “nadie es profeta en su tierra”, no le conviene al gobierno al gobierno ir en contra de él, cuando la imagen presidencial atraviesa su peor momento. Siempre utilizando términos de cuño católico, parece que el macrismo optó por una “solución salomónica” y decidieron que el culpable de todo el “malentendido” con el Papa es culpa del gurú mediático Jaime Durán Barba, según se desprende del manifiesto escrito por Morales Solá.

El periodista, también estrella de TN, reconoce en un párrafo que Francisco está  “informado de los grandes trazos de la política de su país. Desliza pequeños detalles que lo delatan. Sabe también que dos encuestas recientes (de Poliarquía y de Isonomía) lo colocan como la figura pública mejor valorada por la sociedad argentina. Cuenta con el 75 por ciento de la simpatía popular. Y sólo un seis por ciento de los encuestados tiene una imagen negativa de él. Ningún político argentino cuenta con semejantes números a favor en las mediciones de opinión pública”. Seguramente Macri también está informado de estas encuestas, aunque el operador macrista no lo escriba en su nota.

Ante el intento de cuestionar que hubiera recibido a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonaffini, la autoridad eclesial le respondió que “Hasta un amigo me mandó una carta criticándome por eso. Fue un acto de perdón. Ella pidió perdón y yo no se lo negué. No se lo niego a nadie. Nunca fue cierto que las Madres ensuciaron la Catedral de Buenos Aires. Ocuparon dos veces la Catedral. Y las dos veces yo di la orden de que no les faltaran agua ni baños. Es una mujer a la que le mataron dos hijos. Yo me inclino, me pongo de rodillas ante semejante sufrimiento. No importa lo que haya dicho de mí. Y sé que dijo cosas horribles en el pasado”.

El intento por desacreditar eventuales “voceros” del entorno papal que puedan cuestionar a Macri, Gustavo Vera, por ejemplo, al que tildan de que “tiene una historia como militante de la izquierda extrema, que el Papa fue llevando hacia posiciones más racionales”, vio sus frutos cuando Francisco les dijo que “mi único vocero es la oficina de prensa del Vaticano”. Por más esfuerzos que hagan, Vera es cercano al Papa, nombrado recientemente asesor, y está decididamente en contra de Macri. Lo curioso es que Morales Solá desacredita a Vera como vocero e intérprete del Papa, pero durante toda la nota recurre a citas de anónimos conocedores de la intimidad del jefe religioso.

Las preguntas estuvieron orientadas a aclarar todos los puntos sobre los cuáles se centraron las desavenencias: rechazo a la donación del gobierno argentino a la fundación Scholas Ocurrentes, sobre el cual reiteró el argumento de que el gobierno argentino ponga la plata para los que necesitan en el país; audiencia papal a jueces argentinos, entre los que se encontraba el magistrado Sebastián Casanello, que es ubicado de un lado o del otro por el macrismo, según el día que le toca investigar a Macri o a Cristina Kirchner.

Finalmente el dato que a muchos no pasó desapercibido: Morales Solá en ningún momento le preguntó por Milagro Sala, la militante social detenida ilegalmente en Jujuy. Es sabida la postura contraria a las condiciones de esa detención de parte de Francisco I, que llegó a enviarle un rosario a Sala, en febrero de este año. Para nadie es secreto que el Papa no juzga inocencia o culpabilidad de Sala, sí que está detenida ilegalmente, transformándose en la presa política más conocida del macrismo.

 

Nota de La Nación: http://www.lanacion.com.ar/1914940-francisco-no-tengo-ningun-problema-con-macri-es-una-persona-noble